La neuroeconomía estudia la manera en la que las personas actuamos frente a estímulos económicos. Lo que observa esta disciplina es cómo reacciona el cerebro ante estos estímulos para poder entender las conductas económicas y poder crear modelos teóricos para su estudio.
Se ha descubierto que la mayoría de decisiones que tomamos a lo largo del día son inconscientes. Por otro lado, nosotros pensamos que todas las acciones que realizamos están basadas en largos y complejos razonamientos, incluso las de tipo económico. Lo que ocurre es que no disponemos todo el tiempo necesario para procesar cada una de ellas, sería imposible. Pero entonces, ¿por qué inconscientemente tomamos unas decisiones y no otras?
Estudios recientes de relacionan este hecho con factores biológicos y aseguran que normalmente el inconsciente actúa a nuestro favor. Así que podríamos decir que el inconsciente es más racional y sofisticado de lo que imaginamos.
Si estudios biológicos sostienen esta evidencia ¿podríamos decir que según la biología tenemos que dejarnos llevar por la intuición?
La testosterona y los operadores bursátiles
Durante el embarazo, antes del nacimiento, se produce una descarga de testosterona en el embrión, la cantidad de testosterona que sea emitida en ese momento afectará visualmente a la longitud de los dedos, en concreto en el dedo anular.
En un estudio de neuroeconomía de la Universidad de Cambridge se observó que los operadores bursátiles que poseían un dedo anular más largo respecto al índice tenían más ganancias que los que tenían una longitud más similar a las mujeres. Esto se debe a que la alta descarga de testosterona que experimentaron antes de nacer ha provocado que sean unas personas arriesgadas e impulsivas, se dejan llevar.
A pesar de que anteriormente he mencionado que el inconsciente suele jugar a nuestro favor y que es más racional de lo que imaginamos, no siempre es así, ser impulsivo conlleva riesgo y posibles pérdidas. Después de ver los resultados de estas investigaciones, podemos hacer una reflexión ¿Puede ser esta una de las causas de la actual crisis económica? Quizás, si hubiera más mujeres en el mercado bursátil, de manera que hubiera más equilibrio entre razón e impulsos, podríamos disfrutar de una economía más estable.
Si queréis profundizar sobre este tema, Eduard Punset nos habla de neuroeconomía en este vídeo de su programa Redes:
La activación cerebral ante el éxito o el fracaso
Parece ser que para el cerebro es muy importante el hecho de ganar o perder, ya que ante estas situaciones las señales generadas se extienden por todo el cerebro, y no únicamente en una zona restringida como pasa en el caso de la recompensa, por ejemplo. Esto nos hace pensar que todo el cerebro se preocupa por el éxito o el fracaso, podría ser porque es una experiencia importante para el aprendizaje en todos los ámbitos y posiblemente para la supervivencia.
Así que, si perdemos y nos arrepentimos de la decisión tomada, no hay que practicar el tópico de “no vale la pena lamentarse por lo pasado”, si no que para que esta pérdida sea útil el cerebro quiere estar bien atento a lo sucedido para poder evitarlo en un futuro.
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