Cuando una persona está en plena búsqueda de embarazo, sueña con el gran momento de ver el positivo. Imaginas que a partir de ese momento todo será ilusión y felicidad. Al menos eso creía yo, visionaba que a partir de ese instante estaría en una nube y que nada empañaría ese regocijo.
Bueno, pues el deseado positivo llegó y la hostia de realidad fue importante. Claro, que la primera emoción inmediata fue una tremenda alegría, pero ésta sólo se asomó unos segundos para dejar paso al que se convertiría en mi fiel compañero durante todo el primer trimestre del embarazo: el miedo.
Creo que todas, en mayor o menor medida, sentimos ese miedo en esta etapa, pero también creo que, a mí personalmente, el exceso de información me lo complicó bastante.
Por mi profesión de psicóloga, he conocido muchos casos de pérdidas gestacionales, he estudiado el duelo perinatal, he conocido datos asombrosos sobre la cantidad de mujeres que pasan por ese desgarrador dolor solas. Sí, solas. Porque tenemos la cuestionable costumbre de no decir que se está embarazada hasta los 3 meses, ya que es el periodo en el más riesgo de aborto hay. De eso ya hablé hace un buen tiempo en mi post sobre pérdida gestacional.
Yo no he seguido esa prudente directriz al pie de la letra, he ido dando la feliz noticia progresivamente, a mi gente más allegada, a gente importante en mi vida que necesito a mi lado tanto si todo sale bien como si algo va mal. Aun así, cada vez que se lo comunicaba a una amiga/o, compañera/o, familiar, etc. sentía como el miedo apretaba, haciendo que lo dijera sin estar confiada del todo.
Las semanas pasaban y cada semana cumplida la celebraba como un enorme logro, la confianza empieza a florecer ¿será que el miedo se está esfumando? La respuesta es NO. El miedo persiste, lo único que ha cambiado es que he comenzado a aceptarlo, a admitirlo como mi compañero de viaje ¿para qué agotarse luchando contra él?
Entonces, ¿qué puedes hacer para eliminar los miedos en el primer trimestre?
Internet está repleto de artículos sobre cómo eliminar los miedos en el primer trimestre del embarazo, mi consejo es que no les hagáis ni caso. Esta es la mejor enseñanza que puedo compartir a aquellas mujeres que estáis en esta incipiente etapa, os lo digo sinceramente como psicóloga y futura madre.
Abridle la puerta al miedo, invitadle a pasar. Asume el miedo, acéptalo como parte de este camino y observa lo que pasa. No es que aprendas a gestionarlo, es que simplemente dejas de luchar contra él y, en ese preciso momento, parece que hasta se puede tolerar. Al final, lo realmente insoportable es el inútil esfuerzo en negarlo y evitarlo.