Hay gente que ha decidido ser infeliz. A algunos os sonará raro, pero otros sabréis de primera mano de lo que hablo. Hay personas que se esfuerzan a diario para convertirse en lo que yo llamo un “insatisfecho crónico”. No los subestiméis, ¡no es nada fácil Pensad que no pueden bajar la guardia ni un solo instante.
Este post va para aquellas personas que luchan por llegar a la cima de la insatisfacción crónica. Con estos pasos alcanzaras tu meta, ¡asegurado! ¿Te atreves con el reto? Vamos allá…
9 pasos para ser infeliz
- Quéjate de todo: No aprecies lo que sí tienes y céntrate en todo lo que te falta por tener. No te conformes jamás, piensa que siempre podría estar mejor. Si intentas valorar el lado bueno de las cosas es muy probable que te quites presión de encima, eso te alejaría de tu meta.
- Fuera ilusiones: La ilusión es la gasolina de la vida. Gracias a ellas marcamos nuestras metas en la vida. Si no tenemos ilusiones, nuestra vida carecerá de sentido y eso es un requisito indispensable para ser un amargado infeliz.
- Desconfía de todo y de todos: Recuerda estas palabras: Todo ser humano es culpable hasta que se demuestre lo contrario. No creas a aquellos que se muestran amables o colaboradores, seguro que tienen alguna intención perversa que se te escapa. No olvides que el mundo es un lugar cruel y despiadado y que todos te acabaran dañando.
- El otro siempre tiene la culpa: Echar la culpa a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida. Si los demás tienen la culpa podrás convertirte en la victima permanentemente, y eso te hará sentirte frustrado y vulnerable.
- Intenta controlar todo: Pon toda tu energía en controlar todo lo que sucede a tu alrededor. Si algo no sucede como esperabas es porque has fracasado.
- Conviértete en una persona rígida: Las personas rígidas no se adaptan a las situaciones y por lo tanto acaban sintiéndose frustrados. No toleres cambios, ambigüedades ni nada que se salga de tus planes y creencias.
- Evita hacer frente a tus problemas: Es mejor que te olvides de afrontar los problemas y te pongas cómodo en tus miedos e inseguridades. Hacer frente a los problemas es señal de madurez y siempre conlleva aprendizajes, lo cual traería como consecuencia un aumento de autoconfianza. ¡Huye!
- Aíslate, mejor solo que bien acompañado: Somos seres sociales y está más que demostrado que las buenas relaciones sociales nos generan bienestar. Aíslate, procura ver a tu familia y a tus amigos lo menos posible, así evitaras sentirte alegre y entusiasmado.
- Compárate con todo el mundo: Si aun así, después de todos estos consejos, sigues sintiéndote satisfecho con tu estilo de vida, tu trabajo, tu pareja, etc. entonces es hora de empezar a compararte con los demás. Es muy fácil, primero tienes que partir de la base de que los demás siempre tienen algo mejor, y a partir de ahí observa sus relaciones, sus viajes, sus coches, sus ropas, sus salidas… Eso hará que restes valor a lo que en un principio apreciabas.
Escribe un comentario