Como muchos ya sabréis, Diego Canepa (más conocido como el parricida de Carabanchel) presuntamente asesinó a su hijo de tan solo 19 meses y luego intento hacer lo mismo con su hijo mayor cuando fue sorprendido por la madre de ambos. El fiscal pide para él 35 años de prisión (20 por haber asesinado a su bebé de 19 meses y 15 por haberlo intentado con el mayor). Siempre se ha relacionado el crimen como una venganza hacia su ex pareja por haberle abandonado, pero ahora todo puede cambiar.
El informe psicológico pericial realizado a Diego Canepa concluye que sufre un trastorno psicótico grave inducido por el consumo de alcohol. Como consecuencia, su condena se podría reducir 15 años o incluso la defensa podría buscar la inimputatiblidad para ingresar en un centro psiquiátrico y no continuar en prisión.
En el momento de la detención el presunto parricida presentaba un cuadro de intoxicación etílica aguda que le provocó alucinaciones auditivas y una intensa afectación emocional, y según él mismo relata, fue este hecho lo que le llevó a cometer el crimen sin ser consciente de lo que estaba haciendo.
Cuenta que ese día se bebió 6 litronas y que comenzó a oír una voz interior que le decía “mátalos”, había algo dentro de él que le obligaba a matar a sus dos hijos y después intentar suicidarse. De hecho, tras su detención y ya en el calabozo, intentó quitarse la vida puesto que aseguraba seguir oyendo esa escalofriante voz (también ha tenido múltiples intentos en prisión).
Diego Canepa confiesa haber consumido cannabis y cocaína desde los 15 años hasta los 21 y los últimos años antes del crimen el consumo de alcohol se había disparado. Diego explica que a raíz de la muerte de dos familiares en la misma semana, sintió un cambio en su persona, y que comenzó a pensar constantemente en la muerte y a oír a una voz que le decía “muerte”, alega que sus tíos y su padre también han sufrido malas y problemáticas experiencias por el consumo de alcohol. Diego acudió 6 meses antes del crimen a su médico por una intensa afectación del estado de ánimo, pero se negó a coger la baja por miedo a sufrir consecuencias en su trabajo
Como he mencionado en el inicio, todos daban por hecho que se trataba de un crimen vengativo y a conciencia, pero la evaluación psicológica realizada a Canepa da credibilidad al testimonio de éste. El objetivo de este artículo no es exponer mi opinión en este asunto tan escabroso, si no invitar al lector a la reflexión sobre la noticia y a poder extraer sus propias conclusiones. El debate está servido.
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